Aunque la sequía parece una amenaza invencible, en esta zona llanera todo crece, todo es semilla que va creciendo, como si se irradiara desde el deseo de conocer mundo, el coleo y la siembra, de la inquieta Shaira y su aprendizaje con don Álvaro mientras confían en que el agua llegará, al son de los versos y las coplas. Y así es que también crece Semillas, esta ópera prima en la que Eliana Niño honra su territorio conocido volviéndolo ficción, con todo un grupo de personas que hacen de sí mismas, prestando sus verdaderos nombres, actuando su cotidianidad, y miradas por la directora como si las abrazara.

Sergio Wolf