Tres hermanas es un retrato íntimo y lúcido sobre el paso del tiempo y la fragilidad de los vínculos. La directora —“una cineasta colombiana en la antesala de la vejez”, como ella misma se define— busca a sus dos hermanas mayores, una en Francia y otra en Israel, para indagar en las distintas formas de enfrentar la vejez y la muerte. Con franqueza, delicadeza y humor, la película muestra reencuentros tiernos y distantes, recuerdos que se fragmentan y reaparecen, y la obstinación de buscar en el cine un puente y una compañía para atravesar realidades como el olvido, la pérdida y el miedo a desaparecer.

María Luna–Rassa