Cine para encontrarnos

Homenaje

Cinemateca del Museo La Tertulia

50 años de la Cinemateca del Museo La Tertulia

La Cinemateca del Museo La Tertulia cumple 50 años en 2025, y este homenaje es un reconocimiento a su papel fundamental en la cultura cinematográfica de Cali y Colombia: ha sido vital para construir un espacio para el cine alternativo, distinto al comercial, y para consolidar a Cali como un referente del cine independiente cuya historia está profundamente ligada al movimiento del cineclubismo en la ciudad. La Cinemateca La Tertulia es la segunda más antigua del país, después de la creada en Bogotá, y es la única de la región del suroccidente colombiano.

La Cinemateca ha contado con el respaldo inquebrantable de la Junta Directiva del Museo, empezando por las directoras del Museo, Maritza Uribe de Urdinola, Gloria Delgado y Ana Lucía Llano, quienes han bregado por darle sostenibilidad a tan magno proyecto. La Cinemateca continuó el programa de cine de La Tertulia, que había comenzado como cineclub en 1956, liderado por Gino Faccio, Nils Bonge, Jaime Vásquez y Eduardo Gamboa, y que había utilizado distintos cines de la ciudad para sus proyecciones, como el Aristi, el Cid y el Calima.

En los años setenta, el cine vivía un gran auge en la ciudad, con la aparición del Cineclub de Cali, liderado por Andrés Caicedo, Luis Ospina, Hernando Guerrero y Ramiro Arbeláez. El escritor Caicedo, al enterarse de que se pensaba construir una Cinemateca, le escribió a la directora del Museo, ofreciendo colaborar. Pasaron un par de años para que ella se decidiera a buscarlos, pero finalmente se reunió con ellos, y la primera acción conjunta fue la proyección en 16 mm de Sangre de Cóndor de Jorge Sanjinés. Aunque todavía el auditorio de la Cinemateca no tenía sillas, la proyección fue un éxito y la sala estuvo a reventar. En mayo 6 de 1975, la Cinemateca fue inaugurada oficialmente con la proyección de la película Ludwig, Luis II de Baviera de Luchino Visconti, con proyectores donados por Cine Colombia. Posteriormente, se dio la compra de proyectores propios y se empezaron a programar películas de grandes cineastas europeos y norteamericanos, como Orson Welles, Ingmar Bergman, Fritz Lang, Pier Paolo Passolini y Michelangelo Antonioni, entre otros.

El primer director en propiedad de la Cinemateca fue Ramiro Arbeláez, quien estuvo al frente entre 1977 y 1986. El historiador, que se había especializado en cine, no sólo lideró la programación, sino que, de la mano de Gloria Delgado, comenzó el archivo de revistas especializadas y la publicación de folletos que acompañaban los ciclos con reseñas y perfiles escritos en medios internacionales de aquel entonces.

A mediados de los años 80, el filósofo Eugenio Jaramillo Londoño comenzó a colaborar con la Cinemateca, y cuando Ramiro debió viajar a Brasil para sus estudios, heredó su lugar como director. Desde allí continuó las labores de programación de cine colombiano y lo mejor del cine internacional, a la vez que continuó el archivo de publicaciones y carteles. Fue la época dorada de la Cinemateca ya que como proyecto visionario unió la cultura, el arte y el cine. Durante estos décadas, llegaron importantes festivales como Eurocine, muy concurrido para ese momento histórico donde el cine de otras latitudes solo circulaba en las salas.

Ante la crisis económica de los años 2000, la nueva directora, María Paula Álvarez comenzó un plan de renovación de toda La Tertulia que incluía la Cinemateca. Este proceso fue continuado años después por Ana Lucía Llano, quien contó con el liderazgo crucial de Ángela Osorio, coordinadora del área educativa y quien también es cineasta y se encargó de programar la Cinemateca durante un par años. Con recursos del Ministerio de Cultura, y una campaña de recolección de fondos hecha con el apoyo cineastas y cinéfilos de la ciudad, la Cinemateca entre el 2015 y 2017 renovó su silletería y el sistema de proyección análoga pasó al de cine digital (proyector DCP con sonido Dolby 5.1), una demanda del mercado que llevó a la sala a estar en la vanguardia del momento.

La entrada de Alejandro Martín como curador del Museo en 2014 permitió la integración del programa de arte con el de cine y consolidó la relación con el Festival Internacional de Cine que traían desde su fundación, potenciando la sección de Cine Expandido. En 2016, Luisa González, quien venía de liderar cineclubes en la Universidad del Valle y Lugar a Dudas, entró a coordinar la programación de la Cinemateca durante un par de años.

En 2018, Gerylee Polanco Uribe, productora de cine, gestora y estudiosa de la historia del audiovisual local, comienza sus labores como directora, conectando la Cinemateca con las redes nacionales e internacionales, dinamizando la programación con nuevos ciclos como el Corto del Mes y actualizando la revisión, el estudio y el cuidado del archivo de la institución, donde gestó el proyecto de gestión archivística para emprender el proceso de organización de los carteles de cine, programas de mano, revistas de cine,  catálogos de festivales, anuarios, fotografías promocionales. Así mismo, promovió la digitalización en conjunto con un grupo de colaboradores, como Miguel Baralt, de las publicaciones periódicas propias de la Cinemateca que son la memoria de la programación de la sala entre 1956 y 1999; en estas se puede conocer que se tuvieron películas de directores emblemáticos como Luis Buñuel, Clint Eastwood, Ettore Scola, Federico Fellini, etc., así como ciclos de cine japonés, polaco, belga, brasileño, mexicano, cubano, alemán, ruso, entre otros muchos más.

Durante 2023 y 2024, la productora Lucía Cedeño coordinó la programación y acompañó la última remodelación de la sala. En 2025, la dirección de la Cinemateca está a cargo de la gestora Gina Moreno Bravo, y la programación la lidera Santiago Lozano, cineasta e investigador. La Cinemateca también ha contado con trabajadores legendarios como Erwin Palomino, quien ha cuidado las proyecciones por 42 años y Luis David Díaz, quien como técnico también ha acompañado los eventos por más de 10 años.

Durante sus 50 años, la Cinemateca ha sido la casa de los festivales internacionales que han tenido una cita con Cali: Festival de Cine Francés, Italcine, Muestra de Cine Español, Muestra de cine Canadiense, entre otros. La Cinemateca también ha sido receptora de las curadurías de los festivales locales como FINCALI, Cine Toro, Cortos Cali, Calibélula, MUICA, FESDA, etc., además de ser la sede principal del Festival Internacional de Cine de Cali durante sus 17 versiones. Así mismo, ha sido gestora de ciclos de cine colombiano, espacios para estudiantes universitarios, primeras experiencias para colegiales y funciones especiales que han mantenido vivo el interés por el cine desde diferentes públicos.

La Cinemateca no ha sido simplemente una sala para proyectar películas. Ha sido, ante todo, un espacio fundacional para la construcción de una comunidad de diálogo, reflexión y creación en torno al cine. También gestó espacios de formación, como el Laboratorio de Crítica Blow Up, que han reunido a cinéfilos que, además de querer ver las películas, buscan analizarlas y comunicar sus reflexiones. Es el punto de encuentro del público inquieto, crítico y enamorado del séptimo arte. Actúa como un centro de encuentro para quienes comparten una pasión por el cine desde una perspectiva artística.

Como espacio, ha garantizado que las voces del cine colombiano y latinoamericano, muchas veces marginadas en los circuitos comerciales, encontraran un lugar donde ser vistas y celebradas. Cineastas de ruptura como Apichatpong Weerasethakul (Tailandia), ganador de la Palma de Oro en el Festival de Cannes, y Lucrecia Martel (Argentina), ganadora del Premio Honorífico del Festival Visions Du Réel, han estado presentando sus películas en la Cinemateca y conversando con los públicos para ahondar en sus preocupaciones y hallazgos, siendo gran inspiración para el mundo cinematográfico local.

Proyecciones de cine emblemáticas fueron las de la película El Rey, de Antonio Dorado, una obra cinematográfica local que avivó la esperanza de hacer cine en la ciudad después de 16 años sin filmar ninguna. También la proyección de La tierra y la sombra del caleño César Acevedo, después de ganar la Cámara de Oro en Cannes, fue un evento histórico en el que el cineasta caleño pudo compartir su obra con su público más cercano. Y las proyecciones de Todo comenzó por el fin, de Luis Ospina, tuvieron lleno completo y se alargaron en una intensa conversación con el público que había sido testigo de lo que allí se contaba, y con quienes apenas estaban conociendo la historia del cine caleño.

Todos los cineastas caleños han buscado un lugar para sus películas en su casa, la Cinemateca La Tertulia. Algunos de ellos son: Carlos Moreno con Perro come perro, Jhonny Hendrix con Chocó, Oscar Ruiz Navia con El vuelco del cangrejo, Diana Montenegro con El alma quiere volar, Jorge Navas con Somos calentura, Alexander Giraldo con 180 segundos, Ana Sofía Osorio con Amalia, Ángela Osorio y Santiago Lozano con Siembra, William Vega con La Sirga, Oscar Campo con Yo soy otro, Natalia Imery con Dopamina, Marcela Rincón con El Libro de Lila, entre otros. Igualmente, cineastas nacionales destacados como Laura Mora, Cristina Gallego, Diana Bustamante, Rubén Mendoza, Víctor Gaviria, y muchos más.

La cinemateca, como faro para el arte y la cultura, conecta generaciones y afirma que el cine hace memoria e identidad. Se caracteriza por generar una experiencia con los y las creadoras de la películas para que los públicos tengan un acercamiento único. Es tradicional que después de proyectar las películas se hagan conversatorios para profundizar en la realización de la historia que acaban de ver. Un espacio de mucha cinefilia, que construye una diferencia ante las salas comerciales.

Este homenaje reconoce su invaluable aporte y la vigencia de un proyecto que le dio a la ciudad un refugio para el cine. Con 240 sillas, sus emblemáticas cortinas rojas, su cartelera vintage, la Cinemateca La Tertulia está en el corazón de los y las caleñas. Que estos 50 años sean un impulso para continuar construyendo y soñando con un cine que siga haciendo historias memorables. Gracias, Cinemateca La Tertulia por regalarnos medio siglo de puro cine.

Programación

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