La palabra Yvuuhza significa gente de adorno, de tranquilidad, de paz. El pueblo realiza el baile de la guadua para recibir a un hermano que regresa al territorio después de vivir mucho tiempo en la ciudad. Esta danza que preparan para la recepción conecta los espíritus de la naturaleza, aleja los horrores que acechan al mundo humano y crea un espacio de incorporación del cine a la comunidad. Es un homenaje a Noe Siake, último testigo de los horrores de la explotación cauchera en el territorio y gran maestro de esta danza. Su memoria aparece en el fuego y en el achiote que permiten a los yvuuhza darle un significado a este nuevo ciclo, en el que la memoria de su pueblo, los cantos y las danzas pueden ser registrados por ellos en un nuevo pacto de paz.
“Yvuuhza Okaina” hace parte del programa Vanguardias Indígenas.