Una tarde frente a la bahía de Santa Marta, Manuel Zapata Olivella contó que mientras escribía Changó, El Gran Putas, sintió la necesidad de ir al África, el punto de partida de esa diáspora brutal que empujó a millones de seres humanos como esclavos a las Américas. El proceso creativo le pedía ese viaje a la tierra de los ancestros, pues le urgía atar muchos cabos sueltos sobre la saga que venía investigando hacía más de 20 años para su novela.
Marino Alberto Aguado
Dirección
Producción
Telepacíico, Ministerio de Cultura, Universidad del Valle, Futic