Cuando la propia realidad es un cruce de historias, y está poblada de silencios y rodeada de misterios, volcarse al mundo mágico es una buena manera de sublimar lo que más tememos. El rapero y músico congolés residente en Bélgica, Baloji, cuyo nombre en swahili significa hechicero, vuelca sus fascinaciones en tres relatos no exentos de exageración, drama y humor, atravesados por la pregunta por los orígenes, la violencia sobre lo diferente y la necesidad de volver a la infancia. La historia central de Koffi, quien regresa a su aldea para presentar a su mujer embarazada a su familia, se encuentra con el camino de tres personajes que, como él, quieren liberarse del peso de la maldición y el prejuicio. Color, rap, tipografías y colores brillantes en una película que es un goce de ver.
María Luna
Nacido en 1978 en Lubumbashi, República Democrática del Congo, y afincado en Bélgica, Baloji (no confundir con el fotógrafo Sammy Baloji) es un galardonado músico, cineasta, artista polímata, que trabaja como director artístico, diseñador de vestuario para moda y otras formas de arte visual. El significado del nombre Baloji hace referencia a fuerzas ocultas y malignas. Esto ha influido en toda su obra con un imaginario suspendido entre el realismo onírico y mágico, especialmente a través de un trabajo sobre la máscara y los simbolismos, y en su informe de asociación de colores y sonido provocado por su sinestesia.
Producción
Guion
Dirección de fotografía
Sonido directo y diseño sonoro
Montaje
Reparto
Jueves 14
Domingo 17