Esta película de animación se pregunta por la textura y el color que corresponden a una fábula y responde con un maravilloso tejido de formas de dibujar y relatar. Así como la trama usa como punto de partida ese “Sueño de la sultana” de la escritora bengalí Begum Rokeya Hossain, el dibujo explora las posibilidades de técnicas de narración con imágenes del sur de Asia, como los dibujos con henna y los juegos de sombras. Inspirada por esa utopía imaginada a comienzos del siglo XX —en donde las mujeres lideran el mundo mientras los hombres se quedan en casa—, la narradora va articulando su propio manifiesto feminista. Fundiendo el formato de la carta con el del ensayo y superponiendo distintas técnicas de animación experimental, la protagonista/autora nos va haciendo ver cómo los miedos y deseos que han marcado su vida la alían con generaciones de mujeres que han luchado juntas contra el patriarcado en distintas esquinas del mundo. 

Alejandro Martín